Despierto del impasse
y sin esperarlo
me hallo de nuevo en el cruce de caminos.
Y mientras aguardo la señal.
Voy entramando los contornos
de lo que será
lo que fue
y lo que tal vez pudo ser
Siempre fue tarea difícil elegir por donde…
Saber cual de esas sendas
que rasgaban horizontes
eran el destino acertado.
Pero mas aun poder seguir
el serpenteado de amalgama de futuros y pasados
que se fundían a escondidas.
Nunca tuvieron esa sensación…
De que mientras avanzaban rociando aciertos
los suspiros de erratas nos hacían retroceder?
O que mientras éramos orientados por la luz aparente de un astro
a la vez éramos engullidos por las sombras?
Nos enseñaron de todo
salvo lo esenciall.
Que no hay mayor silencio
que el que no se quiera escuchar.
Ni mayor ceguera
que la de mitigar visiones con miedo.
Y sin embargo, todo es posible…
Pues todo permanece grabado en los surcos
que se extienden sobre tierra mojada.
Cada trayecto es diseñado con acertada precisión
sobre las ondas que deja tras de si la destreza.
Con tan solo creer, basta.
He sido tantas veces testigo pasante
de esta misma encrucijada
que oteando a ciegas el lugar
podría describir cada recoveco.
Y ahora después de tanto tiempo todo es diferente.
Pues son harapos con olor a sabiduría los que me cubren
mis escarpines mordidos por el desgaste la prueba de ello
y mi vieja mochila el almacén ambulante de mis recuerdos.
Ahora son todo oportunidades las que se despliegan frente a mi
y aunque zigzagueen caprichosamente para confundirme
nada puede despistarme
porque ya conozco cada atajo.
La palabra temor hace tiempo se evaporo
los momentos de incertidumbre ya no son temidos
bien al contrario, son celebrados.
Pues la confianza en que todo saldrá bien
es mi mayor aliada.
De nuevo es periodo de reflexión
dejar atrás los limbos decadentes
y seguir deshojando sueños
en el cruce de caminos.